lunes, 25 de agosto de 2008

Pepa


La pepa es una musa del mal, una profetisa esquizofrénica a la cual hay que rendirle tributos de sangre, sacrificios de virtud, con ella se quiebran los tabúes, se desintegran los límites y estallan las estructuras. En ella se funden lo profano y lo sagrado, lo elevado y lo bajo carecen de sentido, el infinito se hace finito y la eternidad queda replegada en la carne de los marcados. ¡A tu salud sacerdotisa del caos!

Cuando se inicie el Gran Colapso la masa será derrocada y volverán los tiempos míticos ¡La Eternidad! Volveremos a ser parte parte del Todo y sobre las ruinas del imperio de la Bestia se oyera la risa de los nuestros.

martes, 5 de agosto de 2008

Flashes

“Por eso, el sabio adopta la actitud de no-obrar y practica una en sin palabras. Todas las cosas aparecen sin su intervención. Nada usurpa ni nada rehúsa. Ni espera recompensa de sus obras, ni se atribuye la obra acabada, y por eso, su obra permanece con él.”
Tao Te King

Lograr insertarse en el espectáculo y obtener 15 minutos, el dinero, la eternidad, la felicidad, nuestro lugarcito en la historia gracias al Marketing, a la Propaganda, a las Estrategias de posicionamiento en el mercado y el existir gracias a los Medios. Cediendo ante los otros, siempre cediendo.

Yan Zhu era un yin shi – sabio silencioso- que nunca se preocupó en dejar por escrito sus ideas, ni predicarlas. Sin embargo su poderosa personalidad llegó hasta nuestros días como la de Diógenes. Despreciaba la fama, la riqueza, el poder y todas esas quimeras vacuas de la sociedad. Estas dos frases con leves diferencias según la fuente echan un poco de luz sobre sus ideas. La primera decía que no estaba dispuesto a renunciar a un solo pelo de su cuerpo en beneficio de los demás. La segunda decía que no estaba dispuesto a tocar un pelo de su cuerpo por el trono imperial. Estos pensamientos tal vez resulten chocantes para nuestro humanismo hipócrita pero en su contexto (la china antigua dominada por la ideología confucionista) muestra a un ser fluyendo en el Wu-Wei (acción en la no acción) deviniendo en paz bajo la influencia espontánea del Tao. Paradójicamente este hombre cuyo ideal era llegar a ser un Sheng ren – sabio que penetra en la armonía universal- llego a considerarse como subversivo y no le faltaron enemigos ya que su existencia en-si era un peligro para el sistema. Una tuerquita simpática que no encajaba en la maquinaria burocrática. Diógenes es otro de estos raros casos, tipos que se dedican a lo suyo y por algún extraño motivo la historia se niega a olvidarlos. Este hombre que desprecio a Alejandro Magno, que se masturbo en el Ágora y ante el escándalo de la gente dijo que si acariciándose la panza se sacaría el hambre lo haría. No pensaba que era inmoral robar ya que según el todas las cosas pertenecían al sabio y cuando lo interrogaron de porque revisaba calaveras respondió que no podía distinguir cual de todas pertenecía a Sócrates. Historias como las anteriores abundan y seria estéril seguir reproduciéndolas. No obstante hay una que resulta de lo más deliciosa. Un día se puso a cantar y la muchedumbre curiosa se acerco a ver el espectáculo, cuando el numero de espectadores era considerable empezó a golpear a los curiosos increpándolos ya que se detenían a ver esas pelotudeces pero no a los filósofos. Diógenes alcanzó la Ataraxia. La idea de cosmopolitismo se le atribuye a el ya que negaba pertenecer a ninguna polis. Su consideración sobre la sociedad regresiva que instaura falsas necesidades hace recordar al Mondo:

Un monje le preguntó a Chao Chou:
–"¿Qué puede hacer uno cuando viene sin nada?"
–"Arrójalo".
El monje dice: –
"¿Qué debo arrojar cuando no traigo nada conmigo?"
Chao Chou contestó: –
"Si no puedes dejarlo, llévatelo"

Este poema de Li Po viene al caso:

¿Me preguntas por qué habito en estas colinas verdes jade?
Yo sonrío.
No hay palabras para expresar el sosiego de mi corazón.
¡Que fascinante la flor del melocotón
arrastrada por la corriente del agua!
Aquí vivo en otro reino
más allá del mundo de los hombres.


lunes, 4 de agosto de 2008

Salvajes


La máxima del oráculo de Delfos era “conócete a ti mismo” mientras que para los Tlamatini (vocablo náhuatl que significa alguien que sabe) era “Flores y cantos son lo más elevado que hay en la tierra para penetrar en los ámbitos de la verdad”. Las raíces chamanicas de la frase son más que obvias: el canto como guía espiritual del conocimiento y las flores (no solo en su ámbito estético) como herramientas de saber (una tecnología del yo que occidente recién esta redescubriendo de forma mediocre y new age). Es muy triste la forma de recordar a este pueblo, “sanguinarios amantes de los sacrificios humanos y de guerras sin sentido”, cuando la realidad es que su civilización era admirable. El pensamiento que emana su cosmogonía, la poesía de Nezahualcóyotl son tan solo los vestigios que sobrevivieron a la ruina. Hoy cuando la sabiduría se vende en los best-seller de empresarios que dan consejos para ser ricos y la belleza son un par de tetas bailando en un caño uno desearía arrancarles el corazón a todas esas parias y ofrecérselos al Sol Invicto dador de la vida, sin embargo, esa transfusión seria una blasfemia contra la pobre estrella. Un pequeño poema extraído del códice Matritense que glorifica al hombre de conocimiento y su justo valor reconocido en toda sociedad no crepuscular:
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El sabio: una luz, una tea, una gruesa tea que no ahuma.
Un espejo horadado, un espejo agujereado por ambos lados.
Suya es la tinta negra y roja, de el son los códices, de el son los libros de pinturas.

El mismo es escritura y sabiduría.
Es camino, guía veraz para otros.

Conduce a las personas y a las cosas, es guía en los negocios humanos.

El sabio verdadero es cuidadoso (como un medico) y guarda la tradición.

Suya es la sabiduría trasmitida el es quien la enseña, sigue la verdad.
Maestro de la verdad no deja de amonestar.
Hace sabios los rostros ajenos, hace a los otros tomar una cara (una personalidad), los hace desarrollarla.
Les abre los oídos, los ilumina.
Es maestro de guías, les das su camino, de el uno depende.
Pone un espejo delante de los otros, los hace cuerdos, cuidadosos; hace que en ellos aparezca una cara (una personalidad).
Se fija en las cosas, regula su camino, dispone y ordena.
Aplica su luz sobre el mundo.
Conoce lo (que esta) sobre nosotros (y), la región de los muertos. El sabio (es el hombre serio).
Cualquiera es confortado por el, es corregido, es enseñado.
Gracias a el la gente humaniza su querer y recibe una estricta enseñanza.
Conforta el corazón, conforta a la gente, ayuda, remedia, a todos cura.