jueves, 24 de julio de 2008

Lucia

Por algún extraño motivo (que solo demuestra nuestra falta de tacto y nuestra burda economía con el constante fluir de todas las cosas) tendemos a caer en las categorías preestablecidas: Pareja, Amistad, etc. El fenómeno es abarcado por nuestra conciencia por el vínculo hecho de antemano. Yo no le puedo pedir al perro que se comporte como mi amante o a mi vieja que se comporte como mi hermano y todo el juego de relaciones se da según el valor que ocupa la persona tal en el casillero tal. Acá obviamente yo estoy hablando como intelectualoide esperando respuestas intelectualoides. Los mas inocentes dicen que son felices así por que el fenómeno es natural y la esencia es real y dicen que son felices de esa manera y no necesitan otros caminos. Puede ser, sin embargo, esa felicidad natural se refuta tan simplemente: el objeto de placer es solamente encajar y el miedo es simplemente ver el abismo que nos arroja a la nada donde no hay clasificación y todo es caos obligándonos a convertirnos en obra de arte. De la misma manera que nos repulsa el incesto, sentimos placer ante la monogamia, etc. Pero todo esto es guara guara sin sentido y harto disertado. El verdadero motivo de este post es una clasificación interesante que se dio mas de tres veces en mi vida, ergo, es un patrón. Cada vez que me cruzo con un ser llamado Lucia se desencadenan procesos de lo mas interesantes. La Real Academia Española define a Lucia como: “adj. Terso, lúcido” y su significado etimológico para los nombres es Luz o dadora de luz o algo así. Un ej. de este curioso patrón es la Lucia que conocí en una plaza a las 2 de la mañana una vez en Argentina y la segunda vez que la cruce fue en el barrio gótico de Barcelona en un lapso de locuras simpáticas y flashes varios. Ella es súper favorita y para mi gusto escribe muy bien. De hecho hace poquito me comentó que le van a publicar unos cuentos suyos. Otra Lucia que conocí es una mujer que esta desquiciada y es una maldita ninfomana que haría ruborizar a Nabokov. Pero canta muy bonito y por esas cosas de la vida comulga con Kant (¿). Finalmente hace poquito conocí a otra Lucia y por ahora (no la conozco casi nada) me cae genial. Es muy ocurrente y le gusta Artaud. Todo el mundo sabe que cualquier persona que tenga preferencia por Artaud vale la pena. Lo malo es que una vez casi se atraganto con una raba pero toca el Cello y eso es bueno. Como todo en la vida del hombre es necesario el reduccionismo para no volvernos locos ya que el yo que empezó este post no es el mismo que lo termino. Pero la nueva clasificación por Nombre Propio me parece adecuada y empíricamente comprobada. Todo el que se llame Rudolf estará condenado a ser camionero.

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