domingo, 20 de febrero de 2011

Matthäuspassion


Lo sublime en su forma mas profunda se cristalizó en el cristianismo mediante la música y la arquitectura. Entre Händel y Bach se disuelve el tiempo en una ascesis barroca, finalizando este febrero tan lisérgico. Durante el viaje conocí a una mujer muy particular que me hizo sentir lo que tantas veces había leido en Hesse pero nunca entendí muy bien. El gusto por lo abyecto, el morbo y lo telúrico son una constante en mi predilección por las relaciones eróticas (en el sentido exacto de la partícula eros) sin embargo esta mujer de clase un poco acomodada generó en mí ese gusto por las formas elevadas y celestes, sus gestualidad elegante y su manera de hablar tan particular. Nunca levantaba el tono de voz y se desenvolvía en una armonía hipnótica. Conocí a muchas inglesas en mi vida y algunas tienen ese aire victoriano de ladies que sin embargo me resulta anémico y decadente. Esta chica me hacía recordar a las mujeres de Hesse en el sentido de ese aristocratismo vitalista apolíneo de Beatriz encarnada. A pesar de creer que la institución del Amor es bastante estrecha, La liturgia interior que se genera al convivir con esta clase de personas transmuta la percepción en una devoción tan antagónica al canibalismo orgiástico de la carne furibunda. En fin, una experiencia de lo mas interesante y una sorpresa de lo mas grata cuando el objetivo del viaje era internarse en lo mas profundo de la selva enteógena.

martes, 1 de febrero de 2011

Aventuras







Cada verano uno piensa lo mismo... lo mejor de la vida y cada vez se pone mejor... Loco cuantas lineas que se cruzaron en mi camino, cuantos jodidos universos imensamente increibles existen en este mundo, cuantal luz. Los amo amigos, a toditititos